El Real Madrid acaba de cometer un error garrafal. Ha decidido renovar a Álvaro Arbeloa para que continúe defendiendo la camiseta blanca hasta el 30 de junio de 2016. Supongo que la decisión no la habrá tomado José Mourinho porque entiende de fútbol, así que habrá que buscar al responsable de tal acuerdo por las oficinas del Santiago Bernabéu.
No sabemos si su ficha anual habrá crecido con tal renovación. Su caché creció tras ser campeón de Europa jugando como titular con la selección española, pero que nadie se engañe porque el mérito no es suyo, sino de otros jugones que juegan por delante de él y que tienen muchísima más calidad que él con un balón en los pies.
Tal vez en el contrato se haya establecido una cláusula especial por la cual se produzca una descarga eléctrica sobre su cuerpo cada vez que rebase la línea del centro del campo. Es un jugador que suele cumplir en defensa porque defiende la camiseta a muerte, de eso no hay duda. Sin embargo, cuando tiene que pasar al ataque se convierte en un jugador del montón que tiene serias dudas para saber lo que tiene que hacer con el balón (todavía me acuerdo de los autopases con arrollo incluido que trató de hacer varias veces en la Eurocopa de Polonia y Ucrania).
En fin, que los defensores de Arbeloa estén orgullosos, pero que vayan con cuidado porque esta temporada va a ser muy larga y se le puede criticar mucho en el Bernabéu si se convierte en titular indiscutbile… Tiempo al tiempo.