Da igual que el Atlético de Madrid esté muy bien y el Real Madrid esté muy mal. Los derbis madrileños siempre suelen acabar igual. Este pasado fin de semana no hubo sorpresa en el Santiago Bernabéu y el Madrid ganó con total merecimiento a su vecino. El resultado final fue de 2-0, pero pudieron ser más.
Cristiano Ronaldo tiró del carro del equipo mientras José Mourinho se sometía a la opinión de la grada. Hubo más aplausos que pitos para el técnico portugués y los jugadores también pusieron de su parte para que la noche fuera lo más plácida posible.
Entradas muy feas
No fue plácida en cuanto a intensidad, ya que fue un partido muy bronco que pudo acabar con más de uno en el túnel de vestuarios antes de tiempo. Diego Costa estuvo en todas las tanganas mientras Adrián López se lo miraba desde la grada. Injusticias futbolísticas que afectan al aficionado.
Más Cristiano que Radamel
El caso es que Cristiano abrió el melón con un obús de falta que Thibaut Courtois no pudo detener. Era el 1-0 en el minuto 15.
Tras la reanudación Mesut Özil sentenció. El alemán volvió a mostrar su mejor versión y culminó su gran noche con un buen gol en el minuto 66. CR7 le habilitó tras un pase fallido a Karim Benzema para que solo tuviera que controlar y disparar. Así lo hizo y sentenció la contienda.
Ahora la diferencia entre ambos equipos es de 5 puntos, aunque el Madrid sigue viendo al Barça demasiado lejos (se mantienen los 11 puntos) porque no fallan.
