El Real Madrid no ilusiona en absoluto. Se las prometían muy felices quienes pensaban que con cuatro fichajes regresaría esa dosis de ilusión que siempre ha sabido generar Florentino Pérez. Algunas caras nuevas da la sensación de que han llegado para ampliar el fondo de armario, como es el caso de Luka Jovic, y otros no acaban de arrancar por culpa de las lesiones, como es el caso de Eden Hazard.
Hazard tiene que ser el estandarte
Del belga se espera mucho, y de hecho es de los pocos que pueden coger el timón del equipo para cambiarle la cara por completo. Es el que más magia tiene, el galáctico que está llamado a tirar del carro. Por eso se le va a exigir mucho, y por eso hay dudas sobre si podrá echarse a la espalda un equipo como el Madrid, que desde luego no es como el Chelsea por historia y por afición.
Un centro del campo oxidado
Lo que más me ha llamado la atención es la confianza ciega que tiene Zidane en el centro del campo. Siguen Luka Modric, Toni Kroos y Casemiro. El croata ya es muy veterano y no da la sensación de que vuelva a ser el que era, mientras que Toni Kroos continúa por debajo de su nivel, tal y como sucedió la pasada campaña. Es cierto que el alemán está algo mejor, pero todavía no es ese futbolista que se convirtió en uno de los mejores centrocampistas del mundo sin discusión. Por último, de Casemiro se espera que vaya de menos a más, ya que es de esos jugadores que necesitan coger la forma con el paso de los meses.
Todo sea por Mbappé
La continuidad de Marcelo tampoco es una buena noticia y sorprende el hecho de que no hayan fichado a un ‘killer’ más allá de Jovic, que por ahora no está para quitarle el puesto a Benzema y que ya veremos si es un jugador para el Madrid o no. Imagino que Florentino se ha reservado y no ha querido hacer ninguna locura para fichar a Neymar o Pogba por lo que está por llegar: Kylian Mbappé. El francés es el gran objetivo y por él están siendo pacientes. Tendrán que desembolsar más de 200 millones de euros y probablemente se convertirá en el fichaje más caro de la historia. Eso sí, tiene pinta de que valdrá la pena.