A rey muerto, rey puesto. Ernesto Valverde debió ser destituido la temporada pasada tras la debacle de Liverpool, que era la segunda consecutiva en Champions y le dejó tambaleándose. Sin embargo, Josep Maria Bartomeu decidió apostar por el técnico extremeño una temporada más, aunque era evidente que iba a estar en el punto de mira a la mínima.
Lo más curioso de todo es que se le ha destituido a pesar de los buenos resultados obtenidos. El equipo es líder de LaLiga y ha superado la fase de grupos de la Champions sin problema, además de optar también a la Copa del Rey. Sin embargo, estaba dejando muy malas sensaciones y la eliminación en semifinales de la Supercopa de España, de la forma en que se produjo, dolió demasiado como para no buscar un revulsivo con el que afrontar lo que resta de temporada.
Setién firma hasta 2022
Contratar a un entrenador interino en estas condiciones era una locura. El equipo está bien posicionado y no puede permitirse el lujo de terminar el curso como se suele terminar cuando hay un entrenador que se sabe que no continuará. Por eso, y porque ningún entrenador de nivel estaba dispuesto a aceptar un trabajo de poco más de cuatro meses, se han visto en la tesitura de ofrecer un contrato con cara y ojos.
Quique Setién, que ya sonó con fuerza el pasado verano, ha sido el elegido. Firma hasta el 30 de junio de 2022 y con él está garantizado el estilo Barça, ya que en sus anteriores equipos, como por ejemplo el Betis, siempre ha destacado por una clara apuesta por tener el balón, por ir al ataque y no especular. Eso gusta en el Camp Nou, así que de entrada ya tiene algo ganado.
Lo que tiene ahora por delante es muy complicado, ya que el Barça no está ofreciendo el nivel que se espera y el Real Madrid va con todas en LaLiga. Si a eso le sumamos que en Champions no puedes despistarte ni 30 minutos porque te echan, está claro que tendrá que hacer las cosas muy bien para continuar más allá de junio.