El Real Madrid volvió a atascarse en un partido de Liga. Su arranque está siendo de los peores en los últimos años y José Mourinho empieza a estar preocupado. Preocupado y cabreado, por qué no decirlo. La maquinaria blanca, el sábado más verde que nunca, no pudo ante un Sevilla que con garra y buen fútbol se llevó el partido por 1-0.
Los problemas a balón parado persisten. Se demostró en el minuto 2, cuando el Sánchez Pizjúan pudo celebrar el único tanto del encuentro. El alemán Piotr Trochowski remató a placer un centro que se paseó por el área de la portería defendida por Iker Casillas. Ángel Di María llegó tarde y el primero subió al marcador.
Palop estuvo espléndido
A partir de ese momento el Madrid trató de reaccionar, pero lo cierto es que no tuvo las ideas muy claras de medio campo hacia arriba. Tras la reanudación se animó, sobre todo por la salida de Luka Modric, protagonista de un soberbio disparo que se estrelló en el poste después de que Andrés Palop pusiera su manopla. El veterano portero valenciano lo bordó durante toda la noche.
Tras el partido Mourinho no pudo ocultar su enfado en rueda de prensa.
