No podía elegir otro titular. El Real Madrid las pasó canutas en el Signal Iduna Park de Dortmund. El Borussia jugó con esa intensidad que le caracteriza, la que no tuvo en el Santiago Bernabéu. Los jugadores del conjunto alemán, espoleados por un público que volvió a casa con claro síntomas de afonía, pusieron contra las cuerdas al equipo que algunos piensan que es el gran favorito para ganar la presente edición de la Champions League.
El resultado final fue de 2-0, por lo que los blancos estarán en el bombo de las semifinales.
Ofensiva alemana con el General Reus al mando
Desde el primer minuto supimos de qué iba a ir la película. Jürgen Klopp eligió a los actores secundarios que tenía para cubrir las bajas de los actores principales. La mejor noticia para él fue la vuelta de Robert Lewandowski, un actor que ha fichado por otra productora, pero que todavía defiende los intereses de quien le paga.
A pesar de los pesares, quien jugó como para merecer un Óscar del fútbol fue Marco Reus. El habilidoso centrocampista alemán hizo lo que quiso, provocó tarjetas amarillas y marcó dos goles. El primero llegó en el minuto 23, cuando un error de Pepe dejó a Iker Casillas con el culo al aire. Reus no desaprovechó el regalo e introdujo el balón dentro de la portería tras hacerle un caño a Sergio Ramos con el disparo.
Widenfeller le paró un penalti a Di María
Todo eso pasó ocho minutos después de que Ángel Di María fallara un penalti que cometió Lukasz Piszczek al darle al balón con el brazo dentro del área. El argentino se topó con Roman Weidenfeller, que en esta eliminatoria ha demostrado que está el nivel de los mejores porteros del mundo.
El segundo de la noche llegó en el minuto 36 y los nervios se apoderaron de los jugadores blancos. Reus finalizó con éxito un remate de Lewandowski que había golpeado en el poste tras una gran intervención de Casillas. Ancelotti no sabía dónde meterse y Klopp se abrazaba a los suyos mientras proseguía con su habitual show desde la banda.
La segunda mitad fue distinta. Entró Isco por Asier Illarramendi (qué partido más malo) y la posesión estuvo más repartida. El Dortmund bajó el nivel de intensidad para no quemarse antes de tiempo y esperó a los últimos minutos para buscar el tercero, el que necesitaba para igualar la eliminatoria.
Mkhitaryan falló tres ocasiones claras
Henrikh Mkhitaryan, que ya desaprovechó una clara oportunidad en la primera mitad, envió el balón al palo tras regatearse a Casillas cuando todo el mundo ya celebraba el gol. Minutos más tarde la volvió a tener, pero el capitán blanco estuvo acertado y despejó el balón, lo mismo que hizo con otro disparo peligroso minutos más tarde. No fueron paradas antológicas y sigo echando de menos que Casillas no sea capaz de blocar ni un solo balón, pero no hay que quitarle mérito a su actuación.
Casemiro al rescate
Los minutos iban pasando y Ancelotti acertó por completo quitando a Di María para dar entrada a Casemiro. El brasileño se adueñó del centro del campo, robando balones, peleando y poniendo calma cuando el Madrid tenía la posesión. Así fueron pasando los minutos y los jugadores del Dortmund acusaron el cansancio acumulado, aunque no dejaron de intentarlo hasta el último suspiro.
El público les despidió como se merecían, con una sonora ovación que premiaba el esfuerzo realizado en el partido de vuelta. Les faltó acierto, pero de intensidad y fe fueron sobrados.
Varias consideraciones
– Digo lo mismo que siempre he dicho de Di María. Corre mucho, sí. Y eso le honra porque se gana el sueldo. Pero para jugar en el Madrid es necesario tener algo más. Tanta precipitación no es buena y por eso acaba desperdiciando muchas jugadas que llevan peligro.
– Fabio Coentrao tiene prácticamente la misma calidad que Álvaro Arbeloa. Creía que nunca lo diría, pero cada vez lo tengo más claro. A veces tenía el balón y no sabía qué hacer con él.
– Illarramendi no es Xabi Alonso. El Madrid se ha equivocado pagando 30 millones de euros por él. Jugó muy descentrado, superado por el ambiente y fallando pases sencillos. Fue, sin lugar a dudas, el peor del Madrid en la primera parte.
– Gareth Bale marca goles y hace cosas que están al alcance de pocos jugadores. Pero, ¿se deja la piel? Tengo mis dudas. Desaparece más que Mesut Özil y no es de los que corren durante los 90 minutos, cosa que sí hace Di María.
– Toca cambiar de centrales. A expensas de lo que suceda con Raphael Varane, que todavía no está fino, creo que Florentino Pérez debería plantearse una renovación en el centro de la zaga. Pepe es capaz de lo mejor (en la ida lo demostró) y de lo peor (ayer regaló el primer gol). Tiene las condiciones necesarias para ser un central espectacular, pero la cabeza le falla. Sergio Ramos, por su parte, también lo tiene todo para ser uno de los mejores, pero me da la sensación de que cada vez juega más sobrado. Le hace falta cambiar de aires y el Madrid está a tiempo de sacar una buena tajada por él.
– Dani Carvajal es un buen lateral derecho. Se vacía en cada partido y aporta mucho tanto a nivel defensivo como ofensivo. Es el jugador que necesitaba el Madrid para acabar con los problemas que tenía en la banda derecha.
– Ancelotti se arrugó y planteó un partido demasiado defensivo. Se equivocó dejando a Isco en el banquillo y apostando por Illarramendi. Se dio cuenta al descanso y el Madrid tuvo más posesión de balón.
– Reus es un jugador de primer nivel. Lo demostró una vez más y creo que ya son pocos los que dudan de su talento. A sus 24 años, ha alcanzado esa madurez necesaria para brillar en partidos importantes. No sé qué pasará con él la temporada que viene, pero no me extrañaría que fichara por un grande. Sería una gran pérdida para el Dortmund.
– El Signal Iduna Park es una olla a presión. Ni infierno turco ni infierno griego. El auténtico infierno es el que se vive en el campo del Dortmund. Vivir un partido allí, con un ambiente como el de anoche, debe ser inolvidable.