El Real Madrid debería ponerle un lazo antes de entregárselo al Nápoles, pero me temo que no lo hará. Nacho, sin ser titular en su vida, podría terminar su carrera deportiva en el club que le dio la oportunidad de ganarse la vida jugando al fútbol. De momento tiene contrato hasta el 30 de junio de 2021.
No juega, pero no se mueve
Es el clásico recurso de todo entrenador para los partidos intrascendentes. Típica última jornada de la fase de grupos de la Champions con el equipo ya clasificado, típica eliminatoria de Copa del Rey contra un equipo de Segunda División B… No es el jugador elegido para jugar una final de Champions como sí pudo jugar el bueno de Oleguer Presas cuando incomprensiblemente era titular en el Barça.
Por eso creo que Florentino Pérez debería aceptar la oferta que se supone que va a llegar desde Italia cuando se abra el mercado de invierno. No va a dejar mucho dinero en caja, pero es tontería tenerle en plantilla si no se confía en él. Que sí, que es polivalente y de la casa, pero no da la talla para jugar en el Madrid. Sé que por esto más de uno se me va a echar encima, pero no me cansaré de repetirlo.
Conformista obligado
Rafa Benítez cuenta con él porque siempre hace falta un roto para un descosido. Le ha comunicado que tendrá un papel secundario y lo ha aceptado de buen grado. Es lo que asumió desde que llegó al primer equipo al más puro estilo Marc Bartra, solo que no trata de vendernos la moto diciendo que este año está convencido de que se hará con la titularidad. Por lo menos es realista.
Veremos qué es lo que pasa dentro de unos meses. Lo que está claro es que el puente aéreo Madrid-Nápoles funciona a la perfección. No hay que olvidar que Raúl Albiol, José Callejón y Gonzalo Higuaín abandonaron la nave blanca años atrás para probar suerte en San Paolo.